Actualización en Psicología

Introducción

La Psicología en la República Argentina como profesión autónoma ha recorrido un largo camino en un marco de episodios económicos, sociales y fundamentalmente políticos. La formación del psicólogo se encuentra en una constante revisión y se halla sometida a un proceso de acreditación (Ceberio, et al., 2014).

Calabresi y Polanco (2011) en el marco de una entrevista a Hugo Klappenbach señalaron que en Argentina la formación es predominantemente psicoanalítica.

La tendencia, al decir del entrevistado, sería observar  que las tres ciencias de mayor aproximación de las que se nutre la Psicología, la Biología, la Antropología y la Sociología, se constituyen como referencias obligadas para la investigación psicológica y cada vez más se articulan y ensamblan entre sí y con la Psicología misma.

Por tanto cobra relevancia la investigación de conocer las temáticas de interés dentro del ámbito de la psicología que un grupo de docentes de la Lic. en Psicología seleccionan como importantes.

 

Objetivo: Conocer las temáticas que los docentes de la carrera de Lic. en Psicología consideran como  relevantes en la formación de los futuros psicólogos.

 

Método: Le fue solicitado a docentes de la carrera de Lic. en Psicología puedan aportar un resumen de artículo y/o libro de publicación reciente cuya temática considerasen relevante en la formación de los futuros psicólogos.  Los docentes consultados se desempeñan en las materias: Taller de Estudio de Casos, Psicología Social, Metodología de la Investigación I y II, Seminario de Trabajo Final Integrador, Psicología General I y II, Psicología del Desarrollo I y II, Orientación Vocacional, Fundamentos de Antropología y Filosofía, Psicoterapia, Salud Pública y Salud Mental.

 

Resultados

 

El rol del psicólogo en situaciones de emergencias y catástrofes

 

Silvana Baró, Paola Barrionuevo, Nicolás Rudoni y Sandra Sorbara

La salud mental ha tenido un amplio crecimiento en diferentes áreas, entre las cuales la Psicología de la Emergencia ha experimentado un mayor crecimiento. Se considera que debe ser abordada dentro de la formación de los futuros psicólogos. Es de suma importancia que el futuro profesional conozca que puede intervenir en dichas situaciones teniendo una adecuada formación, dado que estarán trabajando con las víctimas o familiares de las mismas durante y después de la emergencia, así también, con otros profesionales o sectores de la sociedad.

Bodon (2020) ha señalado que, ante situaciones de emergencias, las consecuencias en la salud mental deben tomarse en cuenta debido a que la posibilidad de intervenir a tiempo disminuye la manifestación de trastornos severos. Asimismo, expresó la necesidad de incluir el tema en la formación de los profesionales de la Psicología; aunque reconoce que para la Primera Ayuda Psicológica no es necesario ser profesionales de la salud mental, pero sí es importante saber qué se hace en cada momento.

Se reconoce así, la necesidad de que los futuros psicólogos puedan dar respuesta ante situaciones de emergencias y catástrofes, tanto en la gestión de una crisis -antes, durante y después- como en los cuidados propios.

 

Salud Pública y Salud Mental: del paradigma asilar al comunitario

 

 

Antonio Lapalma

 

Tal como lo manifiesta el título de la publicación de Lellis (2021), Salud Pública y Salud Mental: del paradigma asilar al comunitario, texto que recorre con rigurosidad las diversas concepciones y prácticas en salud mental en Argentina, incorporando una perspectiva renovadora; la salud comunitaria, y su articulación con la psicología comunitaria, la psiquiatría comunitaria, la enfermería comunitaria en salud mental.

 

De Lellis sustentado en una vasta experiencia en la gestión pública, y académica contribuye a pensar herramientas para la política públicas y la comprensión de las tensiones en la formulación e implementación de la Ley Nacional de Salud Mental Nro. 26.657, sus resultados son incipientes en garantizar los derechos de las personas con padecimiento mental, considerando la desigualdad social y asimetría de poder que existen en la sociedad argentina.

 

Recientemente editado, de Lellis advierte el riesgo de que los efectos psicosociales de la pandemia generalicen un proceso de psicopatologización de amplias capas de la población, desconociendo los aspectos preventivos de la salud mental comunitaria.

 

 

Acompañamiento docente en la escritura de tesis de grado en tiempos de pandemia

Daniela Bruno

UNIPE-CONICET; UBA

El desafío de la escritura científica en aras de la realización de un trabajo final de grado involucra varios procesos, tanto a nivel cognitivo (e.g. dificultades y/o postergación en la redacción académica) como en el plano emocional (e.g. procastinación, autogestión que implica la virtualidad). Aun habiendo adquirido las herramientas metodológicas para la realización del mismo, la puesta en marcha genera muchas inquietudes (Cortez y Cruz, 2020; Garzón Umerenkova y Gil Flores, 2017; Ríos Sánchez, 2021). Si bien, en muchos casos los alumnos son nativos digitales por lo que encontrar fuentes de información se les hace fácil (Adedoyin y Soykan, 2020), sin embargo, el desafío de la escritura académica sigue presente. Es en esta instancia que, el acompañamiento docente es crucial (Temporetti, 2005), principalmente si se comprende que el alumno se enfrenta a una ardua tarea que implica poner en marcha procesos vinculados al quehacer científico como por ejemplo, el pasaje de la idea al planteo del problema de investigación, la fundamentación del estudio (e.g. relevancia social, conveniencia, implicaciones prácticas, utilidad metodológica) entre múltiples factores. De esta manera, el acompañamiento al alumno implica presencia y contención por parte de los docentes mediante las diversas vías de comunicación disponibles, ya sean foros, mensajería, videoconferencias, talleres de trabajo, etc. En este marco, de acuerdo a lo planteado por Colombo (2017) el alumno en el proceso de la elaboración y la escritura de la tesis, reflexiona e interactúa con otros (e.g. pares, profesores) con la finalidad de iniciar el recorrido para la delimitación de la “situación problemática”. En este sentido, se puede trabajar con búsquedas bibliográficas como un ejercicio necesario no sólo para la realización la tesis, sino también como una práctica fundamental para el ejercicio profesional.

 

La Cuarta Revolución en Salud Mental

Edis Buscarons

El siglo XXI interpeló el análisis de la salud mental basado en considerar a la emoción como una expresión biológica e influenciada por los determinantes sociales. Se consideró que este marco de análisis es reduccionista y debía plantearse un nuevo paradigma. Se propone la recuperación de la ciudadanía, los derechos de las personas con problemas de salud mental y la participación de los mismos en todo lo que las afecta. Se resume en la consigna: nada de nosotros sin nosotros. Esta Cuarta Revolución puede denominarse la Revolución de los Derechos y tiene como antecedentes la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006.

La Cuarta Revolución en Salud Mental tiene por delante garantizar los derechos de las personas con problemas de salud mental y el ejercicio de estos derechos. Comprende la plena inclusión y participación activa de todas las personas con problemas en salud mental (Manifiesto del Foro Ágora Salud de España, 2020).

 

La importancia de los Primeros Auxilios Psicológicos en el marco de la Psicología de la Emergencia

Diana Cacciola, Mario Arraigada y Cinthia Díaz

 

La Ley Nacional de Salud Mental, sancionada en 2010, consideró entre sus objetivos, el de incluir en la planificación para el abordaje de las situaciones de emergencia y desastres, el promover la capacitación y la contención psicológica, para los equipos interdisciplinarios que intervienen como respuesta a tales circunstancias (Arraigada  y Cepeda,  2017).

Para ello se hace necesario profundizar en los trayectos universitarios vigentes, una formación específica que permita preparar al profesional con mejores herramientas que le permitan actuar de manera efectiva en dichas situaciones, desde el marco adecuado específico de la Psicología de la Emergencia, considerándola a ésta como la rama de la Psicología General, que se encarga de estudiar los diversos cambios y fenómenos personales, que se hallan presentes en una situación de peligro, ya sea que ésta se haya producido de manera natural o bien, provocada por el ser humano, de forma causal o intencional, ocupándose de las personas y los grupos humanos, antes, durante y después de dicha situación  (Valero 2002, citado por Arraigada y Cepeda, 2017). Se trata entonces, de un área de la psicología que remite a los procesos internos que se producen a nivel emocional cuando el sujeto se expone a una situación que implica un peligro evidente y que marca en él, la voz de alarma. Muestra entonces, cómo en ocasiones, puede ser más decisiva la actitud que adopta una persona ante una situación de peligro que la situación en sí misma. Analiza también, cómo en ocasiones, muchos de los accidentes humanos, se producen como consecuencia de fallos personales, fruto de la falta de atención y de concentración en el detalle, evidenciándose así la necesidad de contar con psicólogos entrenados y especializados, que coadyuven a mitigar los efectos del daño.

Por su parte, Soto Baño y Clemente Suárez (2020) propician la intervención de la Psicología de la Emergencia, no sólo en los momentos inmediatamente posteriores a la situación crítica, sino también en las diferentes fases de la gestión, esto es desde la etapa de pre-emergencia, durante y también después, a través de un seguimiento de las personas afectadas, considerando entonces de este modo, el post impacto a corto plazo. Esto permitirá contribuir a minimizar el efecto psicológico y emocional, derivado de la situación crítica vivida y también la prevención de futuras secuelas psicopatológicas.

Es decir que aquí se hace necesario considerar una doble perspectiva de abordamiento: la del impacto psicológico que se produce en los profesionales que trabajan en situaciones de emergencia por un lado y por otro, la de contar con una formación en primeros auxilios psicológicos que permitan actuar con eficacia desde el primer momento en que se toma contacto con la o las víctimas.

Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) son las intervenciones que se llevan a cabo en el momento de la crisis, a través de los cuales se brinda una ayuda inmediata y concreta que le dé el sostén y el apoyo que la persona necesita en ese momento para poder recuperarse ya sea emocional, física, cognitiva y conductualmente, ayudándola a restablecer su estabilidad (Osorio Vigil, 2017).

Se entiende por crisis desde esta perspectiva, a la manifestación de un estado temporario de trastorno, caracterizado por una desorganización que se revela en la incapacidad que tiene la persona para poder enfrentar la circunstancia adversa que está vivenciando, también la incapacidad de manejar sus emociones, o bien ponerse a pensar la manera más asertiva que le permita alcanzar la solución del problema, presentando diversos síntomas que van desde lo emocional hasta lo físico y también lo social. Estos PAP tienen por objetivo entonces, lograr la recuperación funcional de esa persona, con el fin de poder afrontar la situación crítica en la que se encuentra (Osorio Vigil, 2017).

En estas intervenciones se distinguen dos momentos:

1) la intervención en primera instancia que es donde se aplican los primeros auxilios psicológicos, proporcionando el apoyo necesario, que apunta a reducir la mortalidad y favorecer el enlace con los sistemas de asistencia. También es importante conocer herramientas para poder realizar un efectivo contacto psicológico, ayudar a evaluar las dimensiones del problema, poder analizar las soluciones que sean posibles en ese momento y darle un seguimiento que acompañe el proceso.

2) la intervención en segunda instancia consiste en ofrecer un tratamiento psicoterapéutico, con el fin de ayudar a la persona a elaborar dicho suceso traumático y brindarle herramientas para poder seguir y acomodar su vida, posterior a la circunstancia vivida.

Por lo tanto, la Psicología de la Emergencia, se refiere a la necesidad de poder contar con un sistema de profesionales que actúen no sólo en las situaciones de emergencia y así poder mitigar los efectos del daño, sino también dotar de herramientas adecuadas a las personas, para que sepan cómo actuar ante dichas circunstancias y además ayudar a prevenirlas.

 

La comparación de la Teoría de William James con la de Antonio Damasio. Dos miradas que confluyen y difieren

Carolina Gallardo y Diana Cacciola

Una breve reflexión, lleva a considerar a dos referentes importantes de las teorías sobre la constitución de las emociones donde también se contrastan y comparan, coincidencias y divergencias, frente al abordaje que también incluye conceptos como la intencionalidad y la racionalidad científica.

Dado que las emociones están presentes constantemente en nuestras vidas, su exploración debe formar parte fundamental de una teoría ética: guían en gran medida nuestro pensamiento y nuestras acciones, son una fuente de sentido y constituyen una parte esencial en nuestras vidas (Pereira Restrepo, 2019).

En el marco de la materia Psicología General, se presentan, analizan y discuten las emociones, la intencionalidad y la racionalidad práctica, contrastando las teorías de dos grandes estudiosos del tema: William James, desde la Psicología Funcionalista Clásica y Antonio Damasio, desde las Neurociencias más actuales.  Partiendo de estos modelos explicativos de las investigaciones, se plantearán las emociones y los sentimientos como parte de la adaptación y la supervivencia de la especie humana. Se argumenta que la propuesta de James enfrenta varias dificultades para dar cuenta de ambos aspectos de las emociones, y se muestra cómo la teoría neo-jamesiana de Damasio supera en parte algunas de esas dificultades, pero también da pie a otras objeciones.

Un rasgo que comparten todos los estudios es el rechazo de la idea según la cual, las emociones son irracionales y equivalen a “movimientos no pensantes” que nos empujan a actuar de manera intempestiva, muchas veces con consecuencias indeseadas. Algunos autores coinciden en conferirle intencionalidad a las emociones, la capacidad de referirse a objetos, de poder poseer un contenido objetivo y un significado existencial. Otros les atribuyen, la capacidad de motivarnos, con base en aspectos del mundo que son importantes para nuestro bienestar, los cuales se nos manifiestan en la experiencia emocional. Para esos autores las emociones forman parte integral de la racionalidad práctica, entendida como la capacidad de actuar con base en razones de las cuales podemos dar cuenta y que están sujetas a crítica y a revisión (Pereira Restrepo, 2019).

Una importante versión de la teoría somática de las emociones remite a la propuesta de James, reactualizada por Damasio.  La teoría de James es el punto de partida del estudio científico de las emociones. Destaca el papel de la activación fisiológica, postulando que las emociones surgen como consecuencia de la percepción de un cambio ocurrido a nivel fisiológico. La emoción es solo la sensación que tenemos de esos cambios mientras estos se producen.

Asimismo, se presentaron algunas críticas a la teoría de William James. Al asimilar las emociones a sensaciones corporales, James borra la línea divisoria entre las emociones y cualquier otro tipo de sensación corporal o sensaciones de dolor o placer y no propone ningún criterio para distinguir estos fenómenos entre sí (Pereira Restrepo, 2019). En cuanto al aspecto cognitivo de las emociones, su intencionalidad, considera que el contenido de las emociones se agota en la sensación de cambios corporales; las emociones son esas sensaciones. La relación con el objeto externo es solo causal y no intencional.  Son para James inteligentes tan sólo por cuanto tiene una función biológica y adaptativa. (Pereira Restrepo, 2019).

Ahora bien, Damasio, retoma ideas centrales de James. Para reconstruir su teoría conviene entender la distinción que establece entre emociones y sentimientos. Por emociones, entiende los aspectos corporales, observables y medibles, la dimensión objetiva y pública de la emoción: el teatro del cuerpo y emplea el término sentimiento para designar al aspecto mental y privado, no medible ni observable del proceso emocional, su dimensión subjetiva: el teatro de la mente (Damasio, 2005 en Pereira Restrepo, 2019). Así, las emociones corresponderían a patrones específicos de activación fisiológica y comportamental causados por el objeto de la emoción y los sentimientos, a las sensaciones que experimentamos cuando tenemos una emoción.

Al igual que James, Damasio afirma que los eventos fisiológicos y comportamentales que constituyen las emociones son la causa de los sentimientos (Damasio, 2005 en Pereira Restrepo, 2019). También les atribuye una función adaptativa. Las emociones son definidas funcional y adaptativamente, como procesos automáticos e innatos, cuya función es procurar el bienestar del organismo frente a una situación u objeto que lo compromete en su integridad, de manera positiva o negativa.

En cuanto a los sentimientos, Damasio coincide con James, en que el contenido esencial de estos es la percepción de que el cuerpo se encuentra de determinada manera.  No obstante, sostiene que algunas veces no hace falta que el cuerpo modifique su estado para que tengamos un determinado sentimiento: bajo determinadas circunstancias, el cerebro estaría en condiciones de generar representaciones neuronales de un estado del cuerpo que no es real, pero que provocan sentimientos muy reales. A ese mecanismo Damasio lo denomina “bucle como si” (Damasio 1994; 2010 en Pereira Restrepo, 2019), “mapas falsos” del cuerpo que nos permitirían tener sentimientos en ausencia de verdaderos cambios corporales.

La idea de un enlazamiento entre emoción y racionalidad práctica encuentra elaboración en la hipótesis de los marcadores somáticos: tipo especial de emociones secundarias. Los adquirimos cuando tenemos una determinada emoción en un determinado escenario, se establece una asociación entre el tipo de emoción que tuvimos y el tipo de escenario en que la emoción se produjo. Así se genera una disposición a tener un determinado marcador somático positivo o negativo frente a un determinado escenario futuro, ya sea que estemos expuestos al mismo o pensemos en él (Damasio 1994; 2005; 2010 en Pereira Restrepo, 2019).

Se pueden denotar aciertos y desaciertos en la teoría de Damasio. Una diferencia entre éste y James, refiere que para este último, las emociones son epifenómenos, en cambio Damasio explora y profundiza la idea de la fuerza motivacional de los sentimientos. Aduce que, es gracias a que tenemos sentimientos de emociones que podemos formar conexiones entre tipos de eventos y tipos de emociones primarias, con lo cual se originan las emociones secundarias y se abre también la posibilidad de los marcadores somáticos. La hipótesis de los marcadores somáticos sostiene que los sentimientos son motivadores imprescindibles en la racionalidad práctica, en nuestra interacción inteligente con el mundo (Pereira Restrepo, 2019) Los dos autores coinciden en que las emociones son procesos reguladores de la vida, mediante los cuales un organismo trata de responder adecuadamente a su entorno. Pero a diferencia de James, Damasio sostiene que al hacerse consciente el organismo de su interacción con el entorno, está capacitado para aprender de esas interacciones, guardando una memoria emocional para orientarse adecuadamente en sus acciones futuras. Por último, el neurocientífico portugués concibe la intencionalidad de las emociones, pero para James, el contenido de las emociones son cambios corporales, ya que según él las emociones son precisamente percepciones de esos cambios. Damasio en tanto, hereda de James esa misma concepción, pero la profundiza insistiendo en que estos representan estados del cuerpo (Damasio, 1994 en Pereira Restrepo, 2019).

 

 

El desafío de transmitir filosofía en tiempos de virtualidad

Fabián Flaiszman

 

Transmitir contenido de una materia llamada “Fundamentos de Antropología y Filosofía” dentro de la Carrera de Psicología, me parece que ocupa un lugar de suma importancia. Considero fundamental para la formación del psicólogo conocer sobre filosofía, mitología, antropología, religiones comparadas, literatura clásica, entre otras áreas, ya que ese acercamiento no sólo permite una mayor comprensión del ser humano, sino porque conforman la base arquetípica del psiquismo. El psiquismo humano es similar en todos los tiempos y culturas y se expresa en forma simbólica a través del mito, el arte, el lenguaje y la religión según el espíritu de la época.

Más allá de esto, el acercamiento a la filosofía ayuda a plantearse nuevos pensamientos y creencias, cambiar el ángulo de las cosas, ayudando a la flexibilidad que debe tener el psicólogo en el encuentro con el otro.

Hoy nos encontramos con el desafío de la virtualidad, lo que nos presenta la alternancia entre proximidad y distancia como opuestos. Sólo una pequeña parte de la información que se intercambia entre las personas está contenida en las palabras. La mayor parte depende del contexto y de los matices del tono. A esto es a lo que nos enfrentamos cuando intentamos transmitir algo a través de la tecnología. El prójimo mediado por la tecnología muchas veces deja de transmitir matices, emociones. Por lo tanto, la dinámica de la virtualidad nos enfrenta a mantener la comunicación viva en cuanto a emociones y contexto, a que no se transforme en algo despersonalizado como si fuera una noticia que se transmite por televisión.

Este es el desafío ante el cual hoy nos enfrentamos. Tanto los docentes, como los alumnos debemos darle tiempo, ser pacientes y perseverantes ante esta nueva realidad para entre todos construir la mejor educación posible.

 

 

Violencia de Género y Terapia Narrativa

Marcelo Godoy

La temática de la violencia en las relaciones interpersonales íntimas como la que existe en una pareja no deja de preocupar a los terapeutas de todo el mundo. D’Amore et al. (2021) publicaron recientemente un artículo de investigación en el Journal of Interpersonal Violence.

Allí queda demostrado que las mujeres presentan no solo daño físico frente a las agresiones sino que también padecen efectos psicológicos, emocionales y espirituales bajo la forma de trauma interpersonal. La violencia de género tiene probadas consecuencias devastadoras para la salud psicofísica de las víctimas, su bienestar general y la calidad de vida, y la de sus hijos.

Los Psicólogos que adhieren al modelo de Terapia Narrativa se hallan abocados a investigar la experiencia y la capacidad de las mujeres para curarse de estos efectos de la violencia de género armando una teoría y prácticas de intervención por ahora provisoria.

Entrevistas detalladas y largas se someten a un riguroso análisis temático inductivo y deductivo. Esto reveló  tres temas generales, y seis subtemas, de curación y crecimiento postraumático en las narrativas de las mujeres: Conciencia e Introspección (subtemas: Discernir el yo y comprender las relaciones), Renovación y Reconstrucción (subtemas: [Re] construir el yo y redefinir las relaciones), y Transformación y significado (subtemas: Nuevas perspectivas y encontrar un propósito a través de ayudar a los demás).

Estos descubrimientos revelaron que la sanación es posible si se considera la violencia de género como un proceso multidimensional y no lineal.  Las investigaciones con mujeres dan cuenta de la dinámica, las variables y las circunstancias que impactan la curación y el crecimiento postraumático de las víctimas.

 

 

La memoria de la Wikipedia

Pablo Guillermo Gómez

 

Recordar es reescribir. La memoria no es una réplica completamente fiel de nuestras experiencias, sino una reconstrucción de la realidad, influenciada por nuestro conocimiento anterior, nuestra percepción y nuestros sentimientos. El desempeño imperfecto de la memoria puede dar lugar a olvidos, así como a falsos recuerdos: distorsiones, recuperación de datos que no son ciertos o eventos que nunca ocurrieron. Las distorsiones pueden ocurrir de forma espontánea, por la propia naturaleza maleable de la memoria; o ser inducidas externamente por sugestión, como una forma de desinformación. Estos falsos recuerdos, de habitual presentación en algunos cuadros como la enfermedad de Alzheimer o la esquizofrenia, pueden ocurrir también en población sin patología, influenciados por múltiples factores. La edad, el estado de ánimo, la privación del sueño, el ejercicio físico, el consumo de sustancias, la priorización de información, y la valencia emocional de los estímulos, han sido señalados como factores que modulan la aparición de falsos recuerdos en población general, pero su influencia está aún en discusión. La identificación y valoración del impacto de estos factores tendría consecuencias teóricas, clínicas, políticas y legales inmediatas. Como señala Loftus (1996), la memoria funciona como una página de Wikipedia: podemos entrar y cambiar cosas, pero también parece que otros pueden hacer lo mismo (El Hay et al., 2020, Phelps y Hofmann, 2019).

 

¿Qué haría Batman en nuestro lugar?

Pablo Guillermo Gómez

 

En preescolares, la participación en juegos de roles en los que asuman un personaje (por ejemplo, Batman), podría llevar a los niños a actuar de manera más reflexiva, saliendo de su experiencia personal inmediata. La tarea no es sencilla, puesto que depende del desarrollo que tengan de la teoría de la mente. En el periodo preescolar, es notable el cambio en las funciones ejecutivas como de la cognición social, con mejoras significativas en la capacidad de inhibición, la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo y la capacidad de representar estados mentales ajenos y ponerse en el lugar de otro. Se ha reportado que tomar distancia psicológica de nuestra situación actual facilita el autocontrol, nos permite trascender las urgencias del presente y asumir una perspectiva más neutral. Investigaciones recientes valoran el impacto del distanciamiento psicológico de la propia perspectiva en las funciones ejecutivas y la cognición social. Tomando sus decisiones en función de lo que haría un personaje de ficción, los niños preescolares se desempeñaron significativamente mejor en una escala de funciones ejecutivas, trabajaron durante más tiempo posponiendo jugar a un atractivo videojuego, y contuvieron sus reacciones impulsivas. ¿Qué mecanismos del distanciamiento social inciden en el desempeño ejecutivo y qué rol juegan las características del personaje elegido?, es algo que resta investigar. La tarea no es sencilla: ¿qué haría Batman en nuestro lugar? (Veraksa et al., 2021, White y Carlson, 2016, White et al, 2017).

 

 

Inicios de la psicoterapia en Argentina

Luis Sola

Los estudios dedicados a la indagación histórica de la psicoterapia en nuestro país son un desafío reciente.

Al crearse la carrera de psicología en la Universidad de Buenos Aires en 1957, cinco años después resultan los primeros egresados. Sin embargo, la ley que establece el ejercicio profesional será dictada recién en 1985. En este período, en el campo profesional de la psicoterapia iniciado anteriormente por psiquiatras y psicoanalistas, emergen los psicólogos reclamando su derecho a ejercer la práctica psicoterapéutica.

La Asociación Psicoanalítica Argentina creada en 1942, regulaba la actividad psicoterapéutica en el ámbito privado. En la década siguiente, la psiquiatría se renueva con la creación de un sistema de asistencia a través de los Servicios de Psicopatología abiertos en hospitales generales (Borinsky, 2020).

En las Primeras Jornadas Argentinas de Psicoterapia realizadas en Córdoba en 1962, hay referencias a “tres escuelas argentinas de psicoterapia: la escuela pavoloviana o reflexológica, la escuela antropológica-existencial (ontoanálisis) y el psicoanálisis junto a otras escuelas dinámicas (o profundas)”.

En este proceso, la corporación médica se une para defender la psicoterapia como área privativa de su profesión. Sin embargo, a pesar de la Ley de Ejercicio de la Medicina de 1967, que expresamente prohibía a los psicólogos la práctica psicoterapéutica, los psicólogos se apropian gradualmente de este ejercicio profesional.

Al producirse una pérdida de la hegemonía médica y con la aparición del psicólogo argentino de perfil psicoanalista, hacia la década de 1980 el contexto es otro: “la disputa por el ejercicio de la psicoterapia se salda a favor de los psicólogos, quienes venían practicando el “oficio” hace más de dos décadas gozando de un progresivo reconocimiento y aceptación por parte de los nuevos usuarios” (Borinsky, 2020, p. 35).

Finalmente se consigue la plena institucionalización de la psicología al sancionarse la Ley de Ejercicio Profesional de la Psicología reglamentando sus prácticas profesionales; incluyendo el campo de la psicoterapia, cuya historia en Argentina es pertinente ampliar.

 

El concepto de vínculo fraterno de Luis Kancyper. Indiferencia- solidaridad.

 

Antonio Lapalma

 

El texto  relata los aspectos del pensamiento de Luis Kancyper, en especial el concepto de “Vinculo fraterno” en Romano (2020), vinculado con la noción de resentimiento, base para los enfrentamientos fratricidas y su relación con las memorias del pavor y las memorias del dolor.

A partir de los mitos hebreos, de la literatura y de la clínica psicoanalítica, Romano (2020) enlaza aportes de Winnicott de individuación-separación, la importancia del reconocimiento del otro y la necesidad de amparo. El texto recorre las ideas fuerzas del pensamiento de Kancyper,   tales como,   la idea de “confrontación generacional”  como herramienta en la promoción de los sujetos,  soporte de la desidentificación familiares e historización, con la resignificación de las  relaciones familiares, tal como se manifiesta en capítulo  sobre “Adolescencia. El fin de la ingenuidad”; en “Amistad de Transferencia”, donde la amistad sin dependencia es un encuentro de alegría con el otro, que en marco de la intersubjetividad mitiga el dolor del sufrimiento y la perdida.   La pertinencia de la obra destaca la importancia de la ética de la solidaridad en la organización social del mundo actual frente a los efectos sindémicos de pandemia COVID 19, en la cual los vínculos entre pares es la condición de posibilidad para la construcción del lazo social.

 

 

Estrés cotidiano infantil y estrategias de afrontamiento

Julieta Marmo

El estudio del estrés resulta de gran importancia en el ámbito científico de los últimos años, así como en el ejercicio profesional de la Psicología Clínica en particular, tendiente a analizar e intervenir en aquellos casos en que la persona siente cierto agobio frente a las demandas que lo aquejan e interpelan y consecuentemente lo alejan de la sensación de dominio y equilibrio en alguna de sus dimensiones cotidianas. Los niños no quedan ajenos a experimentar niveles de estrés. Frente a la tensión, sus manifestaciones pueden variar, presentando síntomas físicos, cognitivos o conductuales. El estrés cotidiano infantil implica la falta de respuesta adecuada a las exigencias de la vida diaria que se caracterizan por tener una alta frecuencia, baja intensidad y alta predictibilidad de alterar el bienestar emocional y físico del individuo (Trianes Torres et al., 2012). Articulado con el estrés se asocia el afrontamiento, es decir, aquellos recursos del individuo, orientados a resolver el problema, reducir o eliminar la tensión. En atención a ambas variables, el estudio de los antecedentes indica que, no se puede considerar anticipadamente cuál sería un factor estresor en la infancia, ya que estos dependen de las experiencias del niño y sus recursos (Arrieta et al., 2015). Sin embargo, las categorías en las que se ubican los mayores estresores están dadas en los ámbitos social, familiar y académico. Las estrategias más utilizadas para reducir el estrés suelen ser las de tipo activas (tales como búsqueda de información y de apoyo) y emocionales, hallándose diferencias según el sexo y la edad. Finalmente, el rol de desajuste asociado al estrés infantil y afrontamientos no funcionales, se vinculan más probablemente a la posibilidad de desarrollar patología durante la infancia. Frente a ello, dos recursos psicológicos pueden atenuar el impacto negativo del estrés y favorecer un manejo adecuado del mismo, como son la percepción de contar con el apoyo de otros significativos y la experiencia de emociones positivas. Resulta imperioso profundizar en estas dimensiones, promoviendo los factores protectores infantiles, la adaptación y la salud mental.

 

La transformación digital en salud mental como procesos de enseñanza-aprendizaje

Paula Putallaz

 

El impacto que trajo aparejado el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TICs) se ha evidenciado cada vez más en nuestra vida cotidiana modificando la forma en que nos comunicamos e interactuamos como sociedad. En términos de progreso se puede decir que nos encontramos ante un proceso de innovación y transformación.  En lo concerniente al ámbito de la salud mental y a las áreas de desempeño,  su incorporación y expansión es cada vez mayor, lo cual trajo aparejada una visión desde un  nuevo paradigma  sustentado en la implementación como un recurso  que permite innovar y  pensar los cómo llevar a la práctica profesional y a la formación académica éstas herramientas. Es fundamental que en términos de los procesos de enseñanza y aprendizaje se debe considerar la educación formal, no formal e informal.

Según Estrada García (2020) en términos de aprendizajes constructivos en este camino regenerador de procesos dentro de los ámbitos de formación, se considera oportuno ayudarse de paradigmas como el crítico, complejo, sistémico, que conduzcan hacia la creación de un pensamiento transdisciplinar, dinámico, abierto a nuevos desafíos, que trascienda el paradigma de la simplificación y disyunción especialmente en el ámbito de la formación y la educación.

Ante éste escenario no quedan dudas que “el reto actual es identificar las condiciones bajo las cuales se puede llevar a cabo una intervención telepsicológica con la garantía de una praxis de calidad, regulada y ética” (De la Torre y Pardo Cibrián, 2018, p. 23).

La transformación digital en salud mental ofrece en la práctica una mayor versatilidad, accesibilidad y alcance. No obstante, resulta necesario tener en cuenta la importancia de la formación continua de manera transversalizada para la promoción de las buenas prácticas que permitan su incorporación de manera ética, responsable y sustentable.

 

Trabajo y Salud

Graciela Adam

 

El trabajo y su relación con la salud es un tema central de la Psicología Laboral-Organizacional; siendo la finalidad última de nuestra práctica profesional anticipar riesgos de enfermar y promover el desarrollo de las personas, los grupos y la organización. Sabemos que el trabajo puede configurarse en fuente de salud; pero también puede ser de enfermedad.

En las últimas décadas se vienen investigando los factores de riesgos psicosociales y los niveles de Estrés ocupacional en distintos colectivos de trabajo (salud, docencia, fuerzas de seguridad, judicial). La población más afectada es la de los profesionales del sector salud, en especial los médicos y enfermeros; grupo considerado especialmente vulnerable y con una elevada proporción de Burnout. Se detectan como principales estresores en estudios prepandemia:  contacto con enfermedad y muerte, clima organizacional poco satisfactorio, relación con pacientes y familiares, carga cuantitativa de trabajo, necesidad de desarrollo de cualificación, horarios irregulares, violencia hacia el profesional, ambiente físico, recursos insuficientes, pluriempleo, baja remuneración, falta de supervisión, dificultad conciliación vida familiar/laboral. Además de dichas condiciones, a partir del año 2020 los profesionales tienen que enfrentar la situación de la pandemia de COVID 19, con la demanda de adaptarse a cambios constantes y a la presión continua por dar soluciones rápidas y eficaces, en un contexto desconocido y con frecuencia incierto. También, se da el empeoramiento de otras condiciones, exposición a la posibilidad de contagio y muerte, deficiencias en infraestructura e insumos, bajos salarios y retrasos en el pago, alta cantidad de pacientes, incremento de horas, cambios en el proceso de atención, entre otros. En base a estudios transversales, como el de Navinés et al. (2021) se concluye que se acentúan los factores de riesgo tradicionales y se generan otros que afectan a la salud; detectándose mayor porcentaje de población de salud con síndrome de Burn Out, agotamiento físico y emocional, despersonalización, síntomas psicosomáticos, e insomnio, entre otros.

Resulta imprescindible que como Psicólogos se procure  analizar, investigar, descubrir formas para comprender y abordar estas complejas realidades de manera efectiva.

 

 

¿Qué pasa con el mundo del trabajo en el contexto de pandemia por COVID-19?

María Cecilia Solís

Asistimos a una época en la que el trabajo, al igual que todas las esferas de la vida humana, se halla atravesado por el impacto de la pandemia por COVID-19, generando transformaciones, algunas de las cuales quedarán instaladas, promoviendo cambios profundos en el escenario laboral. Se hace necesario analizar dichas transformaciones y su impacto en las personas desde una perspectiva sistémica y compleja, atendiendo a las múltiples dimensiones en las que operan. El trabajo, como actividad esencialmente humana y la subjetividad laboral como proceso de subjetivación que acontece en la interdependencia que se da entre el hombre y el medio externo laboral, son dimensiones en las que ya pueden vislumbrarse los efectos de la pandemia, tanto por las particularidades del escenario virtual que demandan nuevas competencias técnicas y actitudinales a los trabajadores, como por el incremento en la inseguridad laboral, la acentuación del trabajo precarizado, la pérdida económica y el desempleo exacerbados (Ruíz Frutos y Gómez Salgado, 2021), sumando nuevos factores de riesgo psicosocial tales como la incertidumbre, superposición de roles y espacios (laboral y familiar), sobreinformación y nuevas formas de exclusión e inequidad asociadas con el acceso a las nuevas tecnologías.

Es cierto que las herramientas tecnológicas nos han permitido seguir adelante con la vida, en pandemia, a través del teletrabajo, el telecomercio, el teleconsumo, así como la telenseñanza y la telesanidad, nuevos formatos de relaciones humanas, privilegiados en esta época (Gómez, 2020). Podría decirse que a partir de las TICs y la digitalización nos movemos en una sociedad hiperconectada, expuestos a una multiplicidad constante de información (Gómez 2020).  Se torna relevante, en este contexto, para los profesionales de la salud, transformar sus roles profesionales, actualizarse para adaptarse a las nuevas demandas, sin descuidar las necesidades humanas (Ramonet, 2020; Gómez 2020) y teniendo en cuenta que en estas nuevas situaciones se producen nuevos desequilibrios y riesgos de exclusión o de inequidad.

En este sentido, Peiró (2021) señala la importancia de promover la investigación científica en el marco de la Psicología Laboral; por un lado, para ampliar el conocimiento sobre los procesos y las competencias digitales, dado que está comprobado que el trabajo virtual o con sistemas digitales, implica una extensa exposición a las pantallas, asociada al incremento en la carga mental del trabajo; por otro lado, para orientar nuevas formas de prevención de riesgos psicosociales.

Por último, focalizando en el rol del psicólogo como sujeto laboral inmerso en las mismas circunstancias coyunturales; el trabajo a distancia demanda un conocimiento claro y seguro sobre el funcionamiento de los dispositivos tecnológicos para garantizar la protección de datos, la intimidad de la persona, su dignidad y su identidad personal. Del mismo modo que requiere una profunda comprensión de los procesos psicológicos que ocurren en la interacción mediada por los dispositivos tecnológicos que filtran algunas de las informaciones no verbales que en el encuentro “presencial” podemos identificar con mayor precisión (Peiró, 2021). Estamos llamados a rediseñar nuestras propias metodologías, los conocimientos, habilidades y competencias requeridos para prestar un servicio profesional acorde a las necesidades actuales, tendiente a mejorar la calidad de vida de las personas, contribuir a la equidad y a la no exclusión, promoviendo la inclusión de las personas en las nuevas formas de trabajo.

 

Psicología Jurídica y Forense

 

Osvaldo Varela y Alicia Vieyto

 

La Psicología Jurídica y Forense es una rama de la Psicología que encuentra su fundamento en la intersección entre el discurso psicológico y el discurso jurídico, dando lugar a una gran variedad de prácticas que se desarrollan en diversas instituciones, en las cuales se aborda el estudio y la comprensión de la conducta humana en cualquier contexto donde se dé. En la actualidad, el enfoque de géneros en Psicología constituye un modelo de análisis complementario fundamental para comprender el comportamiento humano (Bauger, 2019).

En este marco, el Psicólogo Jurídico asume diversos roles a fin de dar respuesta a una demanda originada en las problemáticas propias del entramado psicosocial que plantea la necesidad de introducir la perspectiva de géneros en el abordaje de las problemáticas propias de la materia, como condición indispensable para la igualdad de derechos humanos de las mujeres y otras identidades no hegemónicas.

Ello en base al marco legal que atraviesa a las instituciones públicas y privadas a partir de la sanción de las leyes 26.485, 26.743 y conexas, y que implica incorporar de manera indubitable, tanto a la tarea docente como a la investigación, la perspectiva de géneros en el abordaje psicológico, jurídico y lo socio-institucional (Procuración General de la Nación, 2020).

 

 

La sexualidad en la vejez

Zulma Gabriela Gastaldo

 

Desde la Psicología del Desarrollo se analizan, a través de una perspectiva biopsicosocial, los cambios que se producen en el sujeto a lo largo de su vida y la incidencia de estos en el psiquismo. Dentro de estos cambios, la sexualidad se ve afectada por variaciones en el área biológica, también por las representaciones sociales diferenciadas a lo largo de la vida que inciden en la autopercepción y los vínculos afectivos.

La sexualidad es un componente de la vida del ser humano desde su nacimiento hasta su muerte. Sin embargo, frecuentemente se realizan estudios comprobando la existencia de estereotipos negativos en torno a la vejez y, particularmente a la sexualidad en la vejez.

Una reciente investigación (Rend Pali et al., 2020) sobre una muestra de 224 participantes, hombres y mujeres de entre 18 y 73 años de edad, concluyó que la población joven manifiesta “actitudes más negativas y estereotipadas en torno a la etapa de la vejez y, en especial, en torno a la sexualidad en esta etapa de la vida.” (p.4).

El desafío será trabajar desde lo individual, con abordajes familiares y comunitarios para valorizar la importancia de la sexualidad a lo largo de la vida como parte de la salud integral, con educación para la salud sexual a la población en general y a las personas mayores en particular.

 

 

Orientación vocacional en tiempos de pandemia

Pablo Guillermo Gómez

 

 

¿Cómo armar un proyecto de vida cuando los proyectos, a corto y mediano plazo habían quedado abruptamente cancelados? Para los Profesionales de la Orientación Vocacional fue una pregunta que no encontraba muchas respuestas. Desde referentes del campo profesional y desde el quehacer cotidiano se fue reflexionando sobre el tema, creando aproximaciones para construir colaborativamente un nuevo y necesario saber. Rascovan (2020) refiere a los tiempos teniendo en cuenta que, la construcción de proyectos de vida requiere de la visualización de un desarrollo en el tiempo. El autor señala que los tiempos se han vuelto para todos “discontinuos, suspendidos, en suspenso, con suspenso…” (p. 1). Por otro lado, inicialmente hubo desencuentro por el aislamiento físico, más tarde un reencuentro ya que el aislamiento obligatorio produjo nuevos tipos de lazo social: “Un aislamiento físico que genera otras formas de presencias, como las virtuales a través de variadas plataformas tecnológicas” (p 6).

Culmina valorando que “Los tiempos de la serie virus-pandemia-cuarentena promovieron una nueva vuelta de tuerca en el proceso de revisión de nuestras prácticas” (Rascovan, 2020, p 9). Actualización y reflexión continua imprescindible desde el campo profesional, generando la construcción de conocimiento colaborativa intra e interdisciplinaria.

 

 

El psicólogo en la atención perinatal

Marianela Fernández

La salud tiene una perspectiva integral y el momento del puerperio requiere del trabajo de los/as psicólogos/as para prevenir consecuencias en la salud mental de las madres. En esta etapa de la vida de las mujeres se acentúan los cuidados físicos pero se deben tener en cuenta otras dimensiones presentes, ya que la salud contempla el bienestar físico, psíquico y social.

Olza et al. (2021) proponen una mirada integral que tenga en cuenta los procesos psíquicos de la reproducción, embarazo, parto y posparto con perspectiva ecosistémica y de género desde una atención perinatal. Asimismo, plantean las bases de un modelo de atención a la salud mental perinatal que consideren herramientas para brindar los cuidados imprescindibles que requieren la madre, el bebé y su pareja. El trabajo del psicólogo/a es muy importante en este período, ya que puede prevenir la psicopatología y la medicalización, para ello es necesario una labor interdisciplinaria en los servicios de salud con una mirada integral.

Es importante incluir en la formación profesional los saberes de la Psicología perinatal dada la importancia de contribuir a la atención que se requiere junto al trabajo de otros profesionales.

 

Conclusiones

A partir de los resultados obtenidos, es preciso señalar que las temáticas consideradas como más relevantes y actuales por los docentes de la carrera de Lic. en Psicología son diversas y se vinculan, en primer lugar, con cuestiones relacionadas con la pandemia Covid 19, a saber, las estrategias de enseñanza-aprendizaje en educación virtual; la orientación vocacional; la escritura académica y el acompañamiento docente; los vínculos entre pares; el impacto de las TICS en el ámbito de la práctica profesional y la formación académica; los factores de riesgos psicosociales asociados con los niveles de estrés ocupacional en profesionales de la salud; el mundo del trabajo y la salud mental; etc. En segundo lugar, se tomaron en consideración tópicos que hacen referencia al rol del psicólogo en diferentes períodos -el perinatal, la vejez- y ámbitos, como por ejemplo, el jurídico y forense, emergencias y catástrofes. En tercer lugar, se mencionaron problemáticas como el estrés cotidiano infantil y las estrategias de afrontamiento; la violencia de género, entre otras.

Asimismo, retomando lo planteado en la introducción, se pone de manifiesto que la psicología es una disciplina que posibilita la construcción de un conocimiento colaborativo intra e interdisciplinario, que no se circunscribe solamente al Psicoanálisis y que incluye otras disciplinas como por ejemplo: la Antropología y la Filosofía así como también, otras ramas como la Psicología Laboral-Organizacional, la Psicología Jurídica y Forense, la Psicología del Desarrollo, la Psicología Social, entre otras.

 

 

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Daniela Bruno*, Marcelo Godoy**, Beatriz Labrit**, Analía Verónica Losada**

 

*UNIPE-CONICET; UBA; **UFLO Universidad

** UFLO Universidad